04 marzo 2011

"ELEMENTOS RITUALES en la cocina"

En la cocina tenemos una serie de elementos rituales sobre la mesa, que son los siguientes:
El fuego: Lo representamos con una vela.
La sal: La ponemos en un recipiente negro. Representa a la oscuridad y a la matriz profunda, símbolos de vida. El sabor salado corresponde en la dinámica de los Cinco Reinos Mutantes- al Agua; principio imprescindible como condimento para la vida.
Sin sal tampoco se puede vivir. De ahí que, antiguamente, fuera muy preciada en las comunidades indígenas que no disponían de ella. Igualmente, hay que recordar que también era frecuente hacer un pago con un saco de sal, y de ahí surgió luego la palabra “salario”. El hombre intuye de alguna manera esta necesidad de la sal, y en nuestra cultura la toma compulsivamente.
La sal se pone en la cocina como símbolo, pero debe usarse lo menos posible porque ya el alimento lleva su propia sal, y hay que tender a mantener el sabor genuino del alimento y no enmascararlo sazonándolo demasiado.
La ofrenda: En un plato negro se dispone una pequeña cantidad de los alimentos que se van a preparar, como símbolo de lo que se va a comer ese día. La presencia de la ofrenda obliga a las personas a actuar de una forma especial, y nos sugiere también la limpieza.
La flor: Para representar la belleza que nunca debe faltar.
Invocación: Mientras se está haciendo la comida, vienen a la mente personas que se conocen; sus gustos impregnan la intención del cocinero, y hace la comida para suplir la necesidad de esa persona.
Para agradar a alguien se le tiene que sentir durante la preparación del alimento; si sólo se piensa pero no se siente a la persona, la comida no gustará. Ésta es la Simple Invocación. En la mente del cocinero aparecen los seres que precisan un sabor o un color, y, aunque no se les conozca, inducen a usar determinados alimentos que no estaban previstos. De esta manera el alimento se transforma en una ofrenda hacia esos hombres que representan un sabor o un olor que precisa la humanidad. Es la Gran Invocación, que va más allá de las personas conocidas y se expande a una Ofrenda Universal.
El hombre piensa que sólo puede influir en lo más cercano, y que sobre lo más lejano no tiene ninguna influencia. Eso no es así, ya que en el universo se cumple el teorema de Bell, que dice que “el movimiento inducido en un electrón tiene una respuesta simultánea en otro electrón muy lejano”. El modelo energético del hombre reproduce el modelo cósmico del teorema de Bell. Por eso, si la intención es certera, la energía llega inmediatamente a donde se dirija, por lejos que pueda estar. Todo lo que ocurre en un lugar repercute instantáneamente en todos los sitios. Éste es el sentido de la Invocación Universal.
Extracto del libro "Comer Salud" J.L.Padilla

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